lunes, 9 de marzo de 2009

Fiesta Interrumpida -sueño del 27-2-

Entraba a la casa de mi amigo, él vivía solo hace unos años, su mujer y madre habían muerto, hasta su querida perra llamada Canela había muerto también, la casa estaba en penumbras, el me invita a dirigirme hacia el patio, el patio parecía una casa abandonada, el había abandonado su vida hace rato, me mostró que estaba puliendo el piso, las baldosas del patio estaban arruinadas, por dentro me decía que era una pérdida de tiempo que sin duda le convenía sacarlas y poner baldosas nuevas pero no le dije nada, el patio con jardín era muy amplio tenía una pequeña medianera que lindaba con la casa vecina, y un portón que daba a la calle, el pasto no muy crecido y muchos árboles.
La fiesta comenzó rápido, no recuerdo mucho cuando fue que llego tanta gente, había muchos amigos y conocidos, apenas se podía caminar, entre la gente logro a ver a Gonzalo hacía tiempo que lo no veía, fuimos amigos desde muy chicos y ya casi no teníamos nada en común, estaba haciendo una apuesta con otro amigo para ver quien se levantaba más mujeres esa noche, la salude de lejos creo que me vio, no lo sé, entrada la noche me acerco a dos chicas que están ubicadas cerca de una escalera de cemento sin baranda, me apoyo en la escalera con un trago en la mano, y las observo, hablan en francés, una de ellas me pregunta si hablo francés en un inglés precario, les contesto que no, que apenas hablo inglés y más bien que lo entiendo perfectamente y me cuesta hablarlo por falta de práctica, todo esto en un inglés lamentable, les pregunto hace cuanto que están en el país, la rubia de ojos azules y vestido rojo me responde que hace dos años, la morocha muestra indiferencia, hablamos un rato de cosas triviales y poco interesantes, cuando de pronto alguien grita que llego la policía, que estaba en la puerta y que pensaban entrar, no entendí mucho lo que quiso decir pero la gente empezó a huir, corrían hacia dentro de la casa y al rato salían de la casa corriendo hacia fuera, algunos saltaban la medianera otros saltaban el portón, no sé qué impulso me llevo a agarrarle la mano a la francesa de vestido rojo, estaba muy asustada y no entendía mucho la situación, nos dirigimos hacia el portón, cuando estamos cerca de él veo las luces de un patrullero, y que todos los que estaban por saltar el portón retrocedían y corrían hacia el lado opuesto de la casa, no había escapatoria pensé, corrí con la francesa hacia los arboles, le dije de trepar un árbol, de escondernos , de quedarnos ahí arriba un rato hasta que todo pase, ella estaba tan asustada que hubiese hecho cualquier cosa que le dijera, trepamos el árbol con un sorprendente agilidad, uno no se da cuenta que en esos momentos limites adquiere o saca fuerzas inexplicables, nos quedamos en el árbol, veíamos como la gente pasaba corriendo debajo nuestro algunos caían al piso y otros eran detenidos por la policía y tirados al suelo con violencia, un cana se queda justo debajo de nuestro árbol, y habla por walkie talkie, estaban buscando a un tal Juan, y creo que todo el operativo estaba basado en encontrar al tal Juan, fue en ese momento cuando todo se volvió silencio, las sirenas y los gritos parecían cesar, el cana levantó su cabeza y me vió en el árbol, me agarró de los pies y caí al suelo sin lastimarme, recuerdo que me llevó esposado unas cuadras, y me preguntó si conocía al tal Juan, recuerdo que su cara me causaba cierta nausea y me recordaba al padre de una ex novia, luego de unas cuadras, me soltó las esposas y me dejó ir, sin decirme nada, nunca supe porque era que buscaban al tal Juan y nunca más volví a ver a la rubia de ojos azules y vestido rojo.

1 comentario:

  1. viejo desde mi humilde punto de vista, te digo que está muy bueno el relato. te confieso que no me esperaba ese final. esa especie de vacío al final o de irresolución queda genial.

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